Si te gusta comer insectos, ¡prepárate para verlos más porque son la comida del futuro!

En México estamos familiarizados con comer chapulines, escamoles, chinicuil y más, por eso no nos debería de sorprender mucho enterarnos del por qué los insectos son la comida del futuro.

Sabemos que la comida en el mundo es escasa y se cree que para los años venideros, la producción de alimentos tendrá que aumentar para satisfacer la demanda de la población mundial. El problema es que es una situación que toma su tiempo - que no hay - y muchos recursos naturales - que tampoco abundan-. 

En México se comen insectos

En la gastronomía mexicana abundan los platillos con insectos, de hecho siempre se menciona que son fuente de proteína. De acuerdo al gobierno de nuestro país, los insectos han formado parte de nuestra alimentación desde la época prehispánica.

En México hay casi una tercera parte de las especies de insectos comestibles que conocemos a nivel mundial. En la República Mexicana, los principales productores y consumidores de insectos son los estados del centro, sur y sureste. 

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¿Por qué los insectos son la comida del futuro?

La razón por la que los insectos son la comida del futuro tiene varias vertientes: en primer lugar, la falta de alimentos para la población en un futuro cercano. Lo que se busca es garantizar el sustento para las generaciones que vienen. 

De hecho, la ONU ha hecho estudios junto a la Universidad de Wageningen para estudiar el impacto de la industria para la producción de insectos comestibles a partir del impacto climático y como forma de desarrollar un plan seguro y estratégico de toda la industria alimentaria. 

Y es que ése es otro de los puntos del por qué losinsectos son la comida del futuro: el cambio climático. La agricultura y ganadería son parte de los responsables de las emisiones de gas invernadero en el mundo, lo que genera una pérdida tremenda para la biodiversidad del planeta. 

Lo que se pretende es buscar la forma de generar productos para el consumo humano sin basarnos en la alimentación de origen animal. Es decir, obtener los mismos nutrientes pero basándose en insectos.

Por esta razón, ahora se les conoce como granjas de insectos, con una huella ecológica de menor tamaño, sin necesidad de utilizar tanta agua ni tierra. Incluso de los insectos puede consumirse el 100% de ellos, a diferencia de otros animales donde no todo el cuerpo es apto para el consumo. Sin embargo, este proceso de cambio en la industria sigue en ‘veremos’.

Insectos muy saludables

Además de ser una gran fuente de proteína, incluso mayor a la de la res o el pollo, los insectos también aportan vitaminas, fibra, minerales y grasas como el omega 3. También, hay que sumarles los prebióticos que contienen.

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Los insectos pueden comerse en distintas presentaciones, desde platillos elaborados o como sustitutos directos de la carne. Si en México sabemos de algo, es de cómo incorporarlos a nuestra dieta.