¿Por qué le cortamos los extremos al pepino?
Por varias generaciones, en México y Latinoamérica, ha sido muy común cortar los extremos al pepino y frotarlos para quitarle su sabor amargo.
Aun cuando esta práctica parece más una tradición familiar, recientemente se ha demostrado que la gente lo hace para liberar unos compuestos potencialmente tóxicos denominados como cucurbitacinas.
Cabe mencionar que estas sustancias también se encuentran presentes en calabazas, calabacines y melones amargos, y que, al igual que el pepino, se encuentra en el extremo del tallo y muy cerca de la piel.
Estas producen un sabor ligeramente amargo en los vegetales pertenecientes a la familia de las cucurbitáceas, el cual es provocado por los cambios bruscos en la temperatura o por que la planta recibe muy poca agua.
Si bien esta práctica es efectiva para reducir un poco el amargor, solo debes tener precaución, ya que al frotar los extremos corres el riesgo de que se contamine todo el vegetal. Por lo cual, es mejor idea cortarlos y lavar con abundante agua el pepino.
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