6 formas de aprovechar lo que sobra en las cenas

No es por asustarte, pero ya llegó la temporada de cenas de Navidad y Fin de año y con ellas una gran cantidad de sobras de comida porque, al parecer, la costumbre general es preparar mucha más comida de la necesaria. 

Abrimos el refrigerador y nos seguimos topando con recipientes aquí y allá, moldes y tuppers con restos de ingredientes, bandejas y platos cubiertos con papel de aluminio, un poco de bacalao cocinado por la abuela… ¿Qué podemos hacer con las sobras de estas copiosas comilonas?

1. El pan, en general, es uno de los alimentos que más sobran pasadas las fiestas.  La ventaja del pan es que tiene múltiples usos aunque se haya quedado duro: dóralo con aceite de oliva, croutones para acompañar, o pan molido para empanizar. 

2. Los trocitos de mariscos que sobran son ideales para darle vida a ensaladas  que puede aderezarse con una vinagretas  o una salsa mayonesa aligerada para darle un respiro al organismo de tantos excesos navideños.

3. Con las ensaladas que hayan sobrado, si están aderezadas, poco podemos hacer, ya que habrán perdido su textura y su sabor originales. Sin embargo aún se pueden utilizar para cocinar una crema de verduras. Mientras no las hayamos aliñado con vinagres o cítricos, todas las verduras sobrantes de guarniciones, ensaladas y entrantes pueden convertirse en unas cremas estupendas.

4. Con el pescado sobrante -ya sea en salsa o al horno- tenemos varias opciones, pero destacamos dos: podemos elaborar una sopa posnavideña con los restos, o preparar un relleno para pimientos o jitomates. Esta receta queda muy rica si aprovechamos restos de bacalao. por ejemplo.

5. Con las carnes y aves asadas también hay varias opciones: podemos elaborar pimientos rellenos, convertirlas en bases de sopas o preparar el acompañamiento de un delicioso guiso de papas. 

6. Los postres y dulces navideños se pueden utilizar como ingredientes en una gran cantidad de recetas. Entre ellas: Los turrones y polvorones pueden convertirse en cremas, helados y cupcakes, o en relleno de unos profiteroles. Basta con modificar su textura (de estado sólido a blando, líquido o cremoso) para agregar a una crema pastelera, o a una crema de mantequilla, y utilizarlos como el perfecto complemento en nuestras recetas de repostería.

¿Ves que fácil es? Evita el desperdicio esta Navidad y comparte estas delicias con quien más quieres.