12 cosas que todos odiamos de los restaurantes de lujo

Hace un par de meses mi novio decidió sorprenderme con una cena muy romántica en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad. Al llegar el ambiente se sentía un poco incómodo, la música de fondo era muy tranquila y sin chiste; mientras que los meseros ni si quieran nos dirigieron la mirada, como si Pepe y yo fuéramos de otro planeta.  

Después de cenar, salimos muy decepcionados del restaurante, ya que por más elegante que fue la experiencia, sin duda alguna hubiéramos preferido ir por tacos y disfrutar de una rica cena llena de risas y una plática divertida.

Por lo que hoy te voy a contar 12 cosas que todos odiamos de los restaurantes lujos y muy pocos confiesan:

1. LA PORCIÓN ES MUY POCA

Te ha pasado que llegas con muchísima hambre y,  al ver tu plato en la mesa, la emoción por comer se te va al ver que te sirvieron una porción pequeña. Es algo muy molesto.

2. POCA COMIDA Y MUY CARA

Además de que te sirvieron muy poquito, los precios son muy elevados. Al parecer te cobran más por las flores y la decoración que por lo que te vas a comer. ¡Lo odio!

3. ¿CÓMO SE COME ESTO?

Por lo general, la comida que sirven en estos restaurantes cuenta con una presentación extravagante y difícil de comerla. Aunque me gustaría usar las manos, es la última opción que podemos hacer en estos lugares. La mejor será improvisar con los cubiertos y hacer nuestro mejor esfuerzo, sin parecer novatos al comer.

4. NO HAY LUGAR, AUNQUE LAS MESAS ESTÁN VACÍAS

Tal vez las mesas puedan estar reservadas, pero es muy poco probable que todos los comensales lleguen al mismo tiempo. ¿Por qué lo hacen?

5. LAS MESAS DEMASIADO CERCA

Me ha pasado que al llegar no sé qué mesa elegir, ya que trato de tener un rato de intimidad con mi novio y platicar de nuestras cosas,  pero las mesas se encuentran muy pegadas y aunque tratas de no escuchar lo que dicen los demás, es imposible no hacerlo.

6. NO HAY VARIEDAD

Y la poca que hay no suena tan apetecible.

7. ¿POR QUÉ EL MESERO ME MIRA FEO POR NO SABER?

Muchas veces el servicio no es lo mejor de esta clase de restaurantes. Existen meseros muy pretenciosos que al preguntarles por algún termino de la comida, te miran feo y te contestan como si debieras saberlo.

La realidad es que si visitas un lugar como estos es para pasar un momento agradable, no para ser incomodados. ¡Qué pesados!

8. ¡ME QUITARON MI PLATO Y NO HABÍA TERMINADO!

Odio cuando esto pasa, ya que tienes que estar muy atento para que no se lleven tu plato con lo poco que queda de tu pasta o carne.

9. EL MESERO NO CONOCE LA CARTA

Es muy molesto llegar a un restaurante y que al preguntar por algún platillo los meseros no tengan ni la menor idea de lo que este lleva. Al trabajar en un restaurante de esta categoría, uno espera un excelente servicio.

10. LAS CARTAS VAN JUNTAS, NO SEPARADAS

Llegas y lo primero que quieres es una bebida refrescante, pero los meseros solo te entregan la carta de comida o viceversa. ¡Las cartas se entregan juntas, no separadas! Además de que tardan media hora para entregarte una u otra. ¿Te ha pasado?

11. EL SERVICIO ES MUY LENTO

Entendemos que los platillos son gourmet y que llevan cierto tiempo de preparación, pero díganos, ¿por qué tardan horas para traer un platillo de pasta y tardan segundos en traer la cuenta? 

12. ¡SHHH!  NO TE RIAS, NO TE MUEVAS, NO RESPIRES

Me ha pasado que al llegar a un restaurante lujoso la música es muy tranquila y hay un silencio incómodo que te impide reír o platicar a gusto. Literalmente el ambiente es para que no te rías, no te muevas y no respires. ¡Qué horror!

Definitivamente ir a un restaurante lujoso es toda una experiencia que no te puedes perder. Platícame cuáles son las cosas que más odias de los restaurantes de lujo.

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