¿Cómo curar un molcajete?

Conocido como tamul, tecajete o chimolera, el molcajete ha estado presente en la historia de la gastronomía mexicana por siglos.

Y es que, resulta difícil pensar en no saborear una salsa molcajeteada, pues este instrumento, por el que adquiere un sabor único. 

El nombre de este utensilio de cocina, proviene del náhuatl molcaxitl, de molli, salsa y caxitl, taza, escudilla o cajete. Términos que se remontan a la época prehispánica y cuya transcendencia, ha prevalecido hasta nuestros días.

Es difícil pensar en aquellas familias que no cuentan con una de estas piezas cargadas de tradición y cultura.

El molcajete mantiene una forma que se asemeja a un mortero, además, presenta una base conformada por tres patas y es elaborado a partir de piedra volcánica tallada y porosa. Se utiliza junto con el tejolote para preparar salsas o para triturar especias.

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Si recientemente adquiriste uno de estos objetos, es necesario curarlo para que no deje residuos de esta piedra en tus alimentos, o bien, debes realizarlo para que estos sepan mejor.

Con los siguientes tips vas a poder curar un molcajete como lo hacía tu abuela:

1. Con arroz: Coloca un puñado de arroz crudo sobre tu molcajete y tritúralo hasta que se forme un polvo blanco. Repite esta acción hasta que en esta harina no aparezcan residuos de la piedra y sólo obtengas el polvo (puro) de arroz. Recuerda enjuagar con agua y retirar el arroz con una escobetilla.

2. Con cebolla y ajo. Coloca un trozo de cebolla y ajo, una vez realizado el proceso anterior. Esto servirá para darle sazón a tu molcajete y que de esta manera, te familiarices con las esencias. 

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