Reconfortante sopa de cebolla francesa: un clásico delicioso

Las sopas son una de las preparaciones más populares alrededor del mundo, tanto que cada país tiene su representante. La sopa de cebolla es un clásico francés que combina el sabor de este bulbo con el del queso gruyere, lo que la vuelve única.

Como en otros platillos, el origen de la sopa de cebolla no está completamente claro. Una de las teorías más fuertes la ubican en el siglo XVIII en Francia. Su popularidad nació en los cafés parisinos, como un plato reconfortante para los trabajadores nocturnos.

Pese al sabor picante y azufrado que caracteriza a la cebolla, esta sopa no lo presenta. En realidad, tiene un gusto dulce, pues las cebollas se caramelizan, además de no ser muy densa o pesada, al no llevar crema.

El toque final lo da el queso gruyere, un queso suizo de sabor afrutado, y las rebanadas de baguette que la acompañan. Para probar este clásico no necesitas ir a un restaurante francés, sigue esta receta y prepara tu sopa en casa.

¿Cómo hacer sopa de cebolla?

1. En una olla derrite la mantequilla y agrega las cebollas. Revuelve y cocina tapadas por 25 minutos o hasta que las cebollas tengan un color dorado, recuerda mover de vez en cuando.
2. Añade la harina y deja cocinar por 2 minutos para que no quede cruda y dé mal sabor.
3. Vierte el vino blanco y raspa el fondo con una palita de madera para integrar los sabores de los restos que queden. En seguida incorpora el caldo de pollo junto con el tomillo, sal y pimienta. Deja hervir durante 25 minutos para que los sabores se integren y la sopa espese.
4. Mientras, prepara el pan: coloca las rebanadas de baguette sobre una charola para horno y distribuye el queso sobre ellas. Hornea en el horno precalentado a 160°C por cinco minutos o hasta que el queso esté derretido.
5. Sirve tu sopa de cebolla francesa sobre un plato y encima dos rebanadas de pan gratinado. El contraste de texturas y sabores te encantará.

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Trucos para hacer la sopa de cebolla perfecta

• Usa una olla de fondo grueso, esto evita que el calor sea muy intenso y las cebollas se quemen. Si no tienes, cocina a fuego bajo para lograr ese tono y sabor caramelizado.
• Prefiere las cebollas amarillas, pues son más dulces e ideales para caramelizar. Otra opción es agregar una cucharadita de azúcar por cada pieza de cebolla si eliges blancas.
• La mantequilla le da un mejor sabor y propicia la caramelización. A la hora de cocinar sopa de cebolla, es mejor usarla en lugar de aceite. Recuerda usar mantequilla, no margarina.
• Si no tienes vino blanco, también puedes usar jerez o vermouth, pero toma en cuenta que cada uno le da un sabor diferente.
• Cocina tu sopa con caldo, ya sea de pollo, res o verduras, pues este da más sabor y cuerpo que el agua natural. Lo mejor es que sea casero y con un toque de hierbas frescas o secas.
• El queso gruyere lo puedes sustituir por queso suizo, emmental, cheddar suave o provolone. Los primero son más parecidos en sabor, pero los segundos se funden bien y también aportan notas deliciosas a la sopa.

¿Cómo hacer un cuenco de pan para sopa?

Ingredientes:

• Pan de campiña o campesino redondo (grande o pequeños)

Preparación:

1. Haz un círculo en la parte superior de la hogaza y córtalo con un cuchillo, este debe ser grande, pero no llegar completamente al borde.
2. Con las manos o una cuchara, retira toda la miga. Es importante que el pan tenga una corteza firme para que al retirar la miga las paredes no queden muy delgadas.

Esta forma de servir la sopa se presta para que, una vez que el líquido esté dentro del pan, agreguemos queso y lo gratinemos en el horno.

Sin duda, servir la sopa dentro de un pan, es una forma original y deliciosa de comerla, pero toma en cuenta que necesitas elegir bien el pan, este debe ser firme y algo seco, de corteza dura y miga consistente.

Asimismo, se debe servir y consumir al instante, pues el calor de la sopa reblandece el pan y este no suele durar más de 30 minutos… y recuerda siempre poner un plato debajo.

¿Sabías que la cebolla es baja en calorías, pero rica en minerales y vitaminas? De acuerdo a la Fundación Española de Nutrición, las cebollas contienen potasio y vitamina C, la cual es mayor cuando se encuentra cruda.

Asimismo, esta verdura es rica en flavonoides y compuestos azufrados, los cuales tienen una función antioxidante, antiinflamatoria y antimicrobiana.

Aprovecha todas las propiedades de la cebolla con un plato delicioso y que no te deje un mal sabor de boca. La sopa de cebolla francesa es la opción perfecta y una gran aliada para los días fríos.

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