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Sopa de haba seca con la sazón de tu abuelita, un clásico de Cuaresma con nopales

Foto: Sopa de haba seca con la sazón de tu abuelita, un clásico de Cuaresma con nopales | iStock
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Tiempo: aprox.
Porciones: 4 aprox.

250 gramos de habas secas

1 litro de agua

2 ramitas de cilantro

2 piezas de jitomate, pelados, sin semillas y picados

1 pieza de cebolla blanca picada

1 diente de ajo picado

1 chile cuaresmeño sin semillas, picado

2 cucharadas de aceite

2 tazas de nopales picados y cocidos

Sal y pimienta al gusto

Aunque la Cuaresma es una celebración religiosa, ha tenido gran influencia en la cocina. Buscar alternativas a la carne, ha resultado en recetas tradicionales, deliciosas y nutritivas. Esta sopa de haba seca es el ejemplo, acompáñala con nopales.

De acuerdo al Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, la tradición de preparar esta sopa en Cuaresma, corresponde a Hidalgo y el centro del país. Esta se prepara con haba amarilla seca condimentada con cebolla, chile verde, ajo y otras especias.

La clave está en cocer las habas hasta que se desmoronen, de esta forma no sólo obtenemos una consistencia espesa, sino una textura especial al comerla, pues algunos trozos se desharán en la boca.

Prepara esta tradicional receta de sopa de haba seca y acompáñala con nopales cocidos para un toque fresco, será la entrada perfecta para tus comidas de Cuaresma, además es vegana.

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¿Cómo hacer sopa de haba para Cuaresma?

Preparación:

  1. Una noche antes de preparar tu sopa de haba seca, coloca las habas en un tazón hondo amplio y cúbrelas con agua, esta debe quedar dos dedos por encima de las habas. Déjalas reposar toda la noche.
  2. Al día siguiente, tira el agua de remojo y coloca las habas en una olla. Cúbrelas con el agua, si les falta, agrega otro poco.
  3. Lleva al fuego las habas con las ramas de cilantro, cuando comiencen a hervir, baja a fuego lento y cocina durante 45 minutos, aproximadamente. Cuando veas que se comienzan a deshacer, estarán listas.
  4. En un sartén calienta el aceite y sofríe la cebolla hasta que esté transparente.
  5. Agrega el ajo y el chile cuaresmeño, y cocina durante dos minutos.
  6. Incorpora el jitomate picado y cocina hasta que cambien de color y se deshagan, esto puede llevar alrededor de 8 minutos.
  7. Vierte el sofrito de jitomate, cebolla, ajo y chile a las habas, sazona con sal y pimienta, y déjalas hervir a fuego lento por 10 minutos.
  8. Sirve tu sopa de haba seca colocando media taza de nopales cocidos al fondo del plato y en seguida sirve la sopa. Disfrútala sola, o acompañada de crotones o pan.

Tip: no te saltes el remojo de las habas, esto ayuda a ablandarlas, por lo que las podrás cocinar en menos tiempo. Asimismo, contribuye a una mejor digestión. Si olvidaste hacerlo una noche antes, puedes remojarlas en agua caliente por 30 minutos.

Foto: iStock

¿Las habas verdes y las habas secas son lo mismo?

Aunque el haba verde y el haba seca vienen de la planta de la famila Fabaceae y básicamente son lo mismo, existen diferencias entre ellas en cuanto a textura, propiedades nutricionales y usos en la cocina.

La razón es que una está seca y otra fresca, lo que les confiere características propias. El haba verde o fresca, es el grano inmaduro de la planta que se consume en estado tierno, esta tiene una textura suave y jugosa, además de un sabor delicado y un poco dulce.

En contraste, el haba seca es el grano maduro y deshidratado. Al someterse a un proceso de secado, esta adquiere una textura firme y densa, lo que le permite durar más tiempo sin echarse a perder, aunque también aumenta el tiempo de cocción.

Su sabor también es suave, pero más marcado que en el haba verde, además de tener una textura algo terrosa. Estas características hacen que sus usos en la cocina sean diferentes.

Mientras el haba verde se utiliza en ensaladas, salteados y guisos, una vez cocida, el haba seca es más común en sopas, purés, potajes o como relleno de tlacoyos y gorditas en la cocina mexicana.

En cuanto a sus propiedades nutricionales, las habas verdes tienen un alto contenido de vitamina C y ácido fólico, mientras las habas frescas aportan más proteína y fibra, además de hierro.

Sin importar cómo las prefieras, son un excelente alimento para incluir en tu dieta de forma regular. Si estás buscando recetas con legumbres, prepara esta sopa de haba seca, es perfecta para Cuaresma.

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