Capirotada estilo Sinaloa para Cuaresma: con plátano, queso y piloncillo

La Cuaresma es una época asociada a la tradición católica, sin embargo, ya se ha vuelto parte de nuestra cultura. Una de sus principales características, es que no se come carne durante los viernes de este periodo de 40 días, además, claro, el Miércoles de Ceniza.

Esto ha dado lugar a la “comida de Cuaresma”, que varía según el país y región. Sin embargo, entre los platos típicos de estas fechas en México, se encuentra la capirotada, un dulce que no todos aprecian, pero que tiene sus variantes a lo largo de la República.

Como explica Larousse Cocina, la base de la capirotada son las rebanadas de pan fritas y empapadas con miel de piloncillo o leche, las cuales después se adornan con frutas secas. A esto se pueden agregar ingredientes como el queso, chochitos e incluso plátano, como ocurre en Sinaloa.

Una de las características de la capirotada sinaloense, es que lleva plátano macho en rodajas, lo que le da un sabor único. Prepárala en casa con esta receta.

¿Cómo hacer capirotada sinaloense?

Preparación:

1. Prepara la miel: en una olla pon el agua, los piloncillos, la canela y los clavos de olor.
2. Hierve durante 20 minutos a fuego medio para que espese y se forme la miel. Puedes colar o usar con todo y las especias.
3. Corta el bolillo en rodajas gruesas, de alrededor de tres centímetros.
4. Dora las rodajas de pan en un sartén con un poco de aceite o mantequilla. Cuida que no queden muy doradas o quemadas, solo es para evitar que se aguaden mucho.
5. Engrasa un molde para horno con mantequilla y acomoda capas de pan, plátano, queso, ciruela pasa, pasitas y cacahuates; repite hasta terminar con los ingredientes.
6. Vierte la miel de piloncillo sobre la capirotada. Debe quedar con suficiente miel y húmedo el pan.
7. Hornea en el horno precalentado a 200°C durante 20 minutos o hasta que el plátano esté cocido.
8. Saca del horno y deja enfriar antes de servir acompañada con un cafecito o leche.

¿Por qué se come capirotada en Cuaresma?

La capirotada es un plato tradicional de la Cuaresma, pero la razón por la que se come no es muy conocida. Se considera que esto tiene que ver con un significado religioso; por ejemplo, el pan representaría el cuerpo de Cristo y la miel la sangre.

Asimismo, la canela reflejaría la madera de la cruz en la que se crucificó y el clavo de olor, los clavos que se usaron. Finalmente, el queso podría representar la manta de Cristo que se usó para cubrirlo.

Sin embargo, de acuerdo al Gobierno de México, este plato de origen español no siempre fue un platillo de vigilia, esto ocurrió alrededor de la década de los 40, donde se le consideró oficialmente así.

De hecho, como dato curioso, la primera versión de la capirotada apareció alrededor del año 1477 y no era un plato dulce, sino rebanadas de pan tostadas y remojadas en caldo de carnero que se alternaban con carne de perdiz asada.

Fue hacia 1780 que apareció la versión sin carne, más similar a la que comemos actualmente, pues llevaba capas de pan, queso y aderezo.

Prepara una deliciosa capirotada estilo Sinaloa para esta Cuaresma y comparte con tu familia esta dulce tradición.