Divertidas casitas de jengibre para decorar con los niños, hazlas de cero

Uno de los postres más clásicos de la Navidad, son las galletas de jengibre. Existen muchas formas de comerlas, pero definitivamente, los muñecos de jengibre con sus respectivas casitas, son la sensación. Aprende a cómo hacer casitas de jengibre y decóralas con tus hijos.

De acuerdo a Larousse Cocina, desde la Edad Media se elaboraba pan de jengibre de diversas formas, sin embargo, en el siglo XV comenzaron a regalarse en la corte de Inglaterra galletas con forma humana.

La tradición se extendió a otros países europeos, y ya en el siglo XIX se inventaron los cortadores de los tradicionales “hombrecitos de jengibre”. Pero, aunque los muñecos de jengibre son los más conocidos, también están las casitas.

Muchos aseguran que estas surgieron a partir del cuento “Hansel y Gretel”, de los hermanos Grimm, aunque no se tiene certeza de este dato. Lo que es cierto, es que son una excelente opción para decorar y una gran actividad para los pequeños.

Aquí te enseñamos a hacer casitas de jengibre, ya sea para disfrutar en familia o para vender los kits, son una gran idea de emprendimiento.

Receta de galletas de jengibre para casitas

Preparación:

1. En un recipiente mezcla la harina con el polvo para hornear, bicarbonato y las especias (canela, jengibre, nuez moscada y clavo).
2. En otro recipiente, bate la mantequilla con el azúcar para acremarlas, es decir, hasta que quede con una textura cremosa y un color amarillo claro.
3. Añade la vainilla y el huevo, y bate para integrar los ingredientes.
4. Incorpora la mezcla de harina dividida en tres partes, mezclando entre cada una. Ya que todos los ingredientes estén combinados, amasa ligeramente para unir la masa. Ojo, es importante no amasar demasiado porque la mantequilla se ablanda.
5. Forma una bola con la masa de jengibre y envuélvela en plástico de cocina. Refrigera por dos horas para que esté firme.
6. Coloca la masa en una mesa limpia y enharinada. Con ayuda de un rodillo, extiéndela hasta tener un grosor medio, de lo contrario, se romperá al armar las casitas de jengibre.
7. Corta rectángulos, cuadrados y triángulos de diferentes tamaños para las diferentes partes de tu casita. Puedes hacer un molde con hojas de papel o descargarlo de internet, así será más sencillo y evitarás que no embonen.
8. Coloca las galletas en una charola cubierta con papel para hornear y lleva al horno precalentado a 180 °C durante 10 minutos o hasta que las orillas se vean doradas.
9. Cuando estén listas las galletas, sácalas del horno y déjalas enfriar por completo sobre una rejilla.
10. Para el glaseado que sirve como pegamento y decoración de tu casita: en un recipiente amplio mezcla el azúcar glass con el cremor tártaro y las claras de huevo. Revuelve con una espátula para integrar.
11. Bate con la batidora a velocidad alta de 7 a 10 minutos, hasta que tenga un color blanco brillante y con picos rígidos.
12. Coloca el glaseado real en una manga pastelera y úsalo para pegar las partes de tus casitas de jengibre, además de hacer decoraciones.
13. Si deseas darle más color, divide el glaseado en porciones y píntalo con un poco de colorante alimenticio usando un palillo.
14. Ahora sí, con estas casitas de galleta de jengibre, tus hijos y cualquier invitado a la cena navideña, estarán entretenidos.

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Foto: iStock

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Diferencias entre glaseado real y glaseado tradicional

Si alguna vez has decorado galletas y el glaseado se te chorreo, seguramente usaste el equivocado. El glaseado real y el glaseado tradicional comparten el azúcar glass como ingrediente principal, sin embargo, tienen diferencias en cuanto a textura y firmeza, que los hacen especiales para cada receta.

El glaseado que suele acompañar a panqués o muffins, está elaborado con azúcar glass a la que se puede agregar jugo de limón o naranja, agua o leche. De esta forma obtenemos un glaseado suave y cremoso, pero aunque endurece un poco, no lo suficiente.

La receta que se usa para decorar galletas u otros postres, dejando una capa dura que no se deshace, es el glaseado real. A diferencia del clásico, este se prepara con azúcar glass y claras de huevo, los cuales se baten hasta formar picos.

Gracias a la combinación de ambos ingredientes, obtienes un glaseado firme y brillante, capaz de endurecer y dejar decoraciones lisas.

Ahora ya sabes cuál es el glaseado correcto según lo que quieras decorar. Prepara unas deliciosas casitas de jengibre y deja volar tu creatividad e imaginación para decorarlas.

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