¿Es verdad que saltarse el desayuno engorda?

“Cómete aunque sea una manzana”, nos dice la gente preocupada, cuando se da cuenta de que nos saltamos el desayuno. ¿De dónde salió esa idea de que no desayunar es malo para la salud y que, incluso, nos hace engordar?

Gran parte de la respuesta se encuentra en los estudios que se han publicado sobre el tema. Según Aaron Carroll, profesor de Pediatría en la Universidad de Indiana, el desayuno no es la comida más importante del día y, de hecho, no pasa nada si nos lo brincamos. Nuestra creencia en el “poder” del desayuno está basada en estudios tendenciosos y la mala interpretación de sus resultados.

Carroll menciona un estudio del American Journal of Nutrition realizado en 2013, en el que se analizó la literatura publicada respecto a los efectos adversos de no desayunar: descubrieron que a los investigadores “les encanta publicar resultados que muestran una correlación entre no desayunar y la obesidad”. Además, “influyeron en la interpretación de los hallazgos a favor de una correlación entre no desayunar y subir de peso. Usaron lenguaje casual para describir sus resultados. Citaron otras fuentes engañosamente. Ellos quieren creer y que creamos que no desayunar es malo”.

Para el pediatra, la razón de que la correlación entre no desayunar y la obesidad se mencione tanto es que gran parte de los estudios son financiados por la industria alimentaria. La conclusión de Correll es que, en realidad, la importancia del desayuno no está clara. “Si tienes hambre, desayuna. Pero no te sientas mal si prefieres no hacerlo, y no escuches a quienes quieren sermonearte. El desayuno no tiene poderes místicos”.