Las 5 frutas más raras mexicanas que encontrarás en el mercado

Seguro te habrás enterado de todas las frutas mutadas que están saliendo al mercado. La piña rosa, las uvas con sabor a algodón de azúcar, el plátano con cáscara comestible, son algunos ejemplos de híbridos que tratan de ganarse el mercado de alimentos.

Antes de que caigas en la tentación de conseguir alguno de estos "mutantes", deberías saber que México es el centro de origen de muchas frutas y productor de otros tantos. Es decir que, si te das una vuelta por el mercado, podrías encontrar frutas raras, deliciosas y de producción mexicana.

Para eso, decidimos crearte una lista de compras. Ahora sí, imprime esta página y date una vuelta por el mercado más cercano.

1. Pitahaya
Aunque muchos creen que la Pitahaya es originaria de Vietnam, pues allá la cultivan, esta fruta es originaria de México, Colombia, Centroamérica y las Antillas. La Pitahaya proviene de un cactus suculento, como la tuna, y lo podrás reconocer pues es rosado en el exterior y blanco con semillas al interior.

2. Tuna
Aunque para todos, la tuna es una fruta muy común, en realidad no se conoce fuera del país. El sabor lo conoces bien, pero tal vez no sabías que se utiliza en la medicina tradicional como antidiarreico.

3. Zapote negro
Es esa fruta, similar al tomate, que cuando la abres tiene una apariencia poco apetitosa, pero cuando la pruebas su sabor resulta inigualable.

4. Nanche
El nanche es originario de las regiones tropicales de América. Los mayas adoraban el árbol del “nantzincuáhuitl”. De esta fruta podemos elaborar licores, helados, comerlo crudo o preparado en almíbar.

5. Jinicuil
Esta fruta se presenta en vainas de 15 a 20 cm de largo. Dentro encontrarás las semillas envueltas en una pulpa tipo algodón dulce.

Además de estas variedades poco conocidas, México también es el centro de origen de otras frutas célebres en el mundo, como el aguacate, la papaya, la guayaba, la ciruela, el mamey y la piña. Viviendo en un país tan diverso, tenemos todos los recursos para despertarnos cada mañana con un plato de fruta en la mesa.